Hay madres y padres que
temen fracasar en su papel como progenitores. Piensan que puede ser una tragedia no poder darles la mejor
fiesta de cumpleaños, no encontrarles plaza en el mejor colegio o no poder
comprarles el regalo de moda. Aspiran, de algún modo, a ofrecerles a sus
niños aquello que ellos mismos no tuvieron.
Queda claro que cada uno
es libre a la hora de elegir cómo educar a un hijo, pero a menudo se nos olvida
cómo son los niños y todo lo que acontece en su interior. Nos aferramos en pensar en todo lo que debemos ofrecerles
sin descubrir primero qué necesitan realmente: a nosotros mismos.
·
Un niño no es un adulto en miniatura, es una persona que
necesita entender el mundo a través de ti y con tu ayuda.
·
Un niño actúa siempre por necesidades y no por manipulación o
malicia como los adultos. Hemos de ser intuitivos ante esas demandas.
·
Un niño debe, por encima de todo, ser tratado con afecto.
Nuestros hijos no necesitan pues ropas de marca o juguetes electrónicos con los
que jugar en soledad. Necesitan tu tiempo, tu ejemplo, tus
abrazos de buenas noches y
tu mano a la que entrelazarse para cruzar la calle.
Psicología Infantil y Adolescencia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario