Cuando nacen, los niños no vienen
con un manual bajo el brazo que nos enseñe a ser los mejores padres. Sin bien, los padres siempre intentan educar a sus hijos lo mejor que
saben y pueden, muchas veces, caen en ciertos
comportamientos que repercuten negativamente en su desarrollo.
Aunque no lo
creamos, las buenas
intenciones por sí solas no bastan. Es necesario que hagamos
autocrítica y que sepamos identificar todos esos comportamientos tóxicos que
pueden afectar a los hijos.
Más que nada,
porque pueden afectar a su autoestima y provocarles graves problemas en el
futuro. Pero… ¿Son los padres culpables de estos comportamientos? No. A veces
simplemente están “copiando” todo aquello que le vieron hacer a sus padres
porque no existe
ninguna asignatura que nos enseñe a ser padres.
Es algo que
aprendemos con la experiencia.
Abordaremos,
entonces, aquellos comportamientos con los que, tal vez, te podrías sentir
identificado.
1. Eres hipercrítico
En muchas ocasiones
no somos capaces de identificar lo crítico que llegamos a ser con los hijos. Es
bueno señalar los errores, porque esto ayuda al cambio y a que el niño se dé
cuenta de dónde falla. Sin embargo, también debemos tener en cuenta que las
críticas continuadas no hacen ningún bien. Ser excesivamente
crítico puede provocar inseguridades en nuestros hijos y hará que ellos mismos
desconfíen de sus propias capacidades y habilidades.
2. Castigas las emociones negativas
Solemos
distinguir entre emociones positivas y negativas, cuando muchas emociones negativas son realmente positivas.
El miedo, por ejemplo, puede salvarnos la vida en más de una ocasión. Es por
esto por lo que debemos permitir a
nuestros hijos que expresen sus emociones, que lloren, que
muestren su tristeza, que si tienen miedo lo manifiesten. La represión nunca
será buena porque, tarde o temprano, toda esa represión saldrá por algún lado.
3. Decidir por ellos
Los niños son
niños, pero eso no significa que no puedan tener ni voz ni voto. Es cierto que
hay determinadas decisiones en las que los padres tienen que intervenir, pero
en otras ¡no es necesario! Permitirles a tus hijos tomar las decisiones que
puedan tomar fomentará su seguridad y no provocarás todo
lo contrario.
4. Inculcarles miedo
Los niños
deben vivir en un ambiente de seguridad y confianza, no en uno
donde el miedo esté continuamente acechándoles. Los niños necesitan cometer
errores, explorar y empezar a experimentar la vida. Si tienen miedo, se
convertirán en personas inseguras y temerosas hasta de sí mismas.
5. Ellos no tienen la culpa
A veces, los padres descargan sus frustraciones con los
hijos haciéndoles sentir culpables de cosas de las que no son
responsables. Esto puede ocasionarles un gran problema el día de mañana, en el
cual el sentimiento de culpa lo llevarán ya interiorizado. Nadie debería hacer
sentir culpables a los demás, y menos los padres a sus hijos.
6. El amor no tiene condiciones. Este es un grave error en el que los padres caen sin darse cuenta. El amor de los padres por los hijos no debe tener condiciones, no debe depender de los logros o de los comportamientos que tengan los niños. Esto solo originará que sientan que no merecen ser amados y es algo que cargarán siempre a sus espaldas.
7. No poner límites.
A veces sucede
cuando tenemos varios hijos o, simplemente, no tenemos intención de ponerles
tantos límites. Esto es un error. Los niños
necesitan límites que
les permitan estar a salvo del mundo que están descubriendo. Los límites
son positivos, pues sin ellos pueden empezar a desarrollar
un comportamiento negativo y desafiante.
Si
te has sentido identificado como padre con algunos de estos comportamientos
tóxicos, o si has visto a tus padres identificados en ellos, es importante que
modifiques estos comportamientos.
Estamos
formando a personas
que tendrán que vivir en este mundo y relacionarse. Todos estos comportamientos no les facilitarán la vida,
sino que se la harán aún más difícil.
PSICOLOGÍA
INFANTIL Y ADOLESCENCIA
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