La “hipersexualización” es la tendencia a enfatizar el
valor sexual de la persona por encima de cualquier otra cualidad que la defina.
Esta tendencia se extiende a la infancia, acabando en muchos casos con ella (concursos
de belleza de niñas y niños, desfiles de moda, cambios de imagen, atuendos para
emular mini adultos).
La hipersexualización, en este caso, es la sexualización de las
expresiones y del comportamiento de niñas y niños, la ropa, los juguetes, los
videojuegos y los objetivos de vida que terminan erotizando su infancia. Esto
representa un peligro y es que cabe la posibilidad de que aprendan desde muy
chiquitas que el papel de la mujer es de objeto sexual (principalmente las
niñas), y de asumir roles que no corresponden con su edad. En centros comerciales
puedes encontrar ya el sostén con relleno para niñas desde la talla 6,
programas de televisión que crean concursos de belleza infantil. Una forma más
de violencia infantil que destruye la infancia, que acaba con la inocencia.
Es común que existan fiestas temáticas para niñas en las que se les
organiza un mini spa, o un salón de belleza simulando manicura, pedicura, niñas
con el cabello pintado, planchado, o usando tacones y maquillaje. ¿Y quién gana
en este triste juego?, sin duda el mercado de consumo.
Hoy en día, los niños y, sobre todo, las
niñas están siendo utilizadas y “sexualizadas” como medio para vendernos a los
adultos y a ellas mismas, todo tipo de productos, desde sopas y coches, hasta
muñecas, videojuegos, ropa, joyas y casas. Se está exponiendo a nuestros hijos
y sobre todo a nuestras hijas como “mercancía sexual” y eso en un mundo donde
los abusos a menores aún es moneda común en muchos lugares, es un hecho extremadamente
grave y peligroso.
La
consecuencia a veces se traduce en mujeres frágiles, con baja auto estima, con una
falsa idea de la belleza, con valores confusos sobre el cuerpo, extremadamente
vulnerable, inmersa en una batalla constante consigo mismas.
El culto
al cuerpo, a la apariencia por encima de todo, es una triste referencia errónea
sobre el valor de las personas. Estamos llegando a un punto en el que las
personas dejan de tener valor si no tienen una apariencia deseable, en la
mayoría de los casos apariencias basadas en cuerpos imposibles y falsa belleza,
todo intervenido, modificado, exagerado, disminuido, no natural, porque lo
natural no es aceptable.
Lo que favorece la hipersexualización de niñas y niños es:
- · Medios de comunicación nos ofrecen una imagen de la mujer exageradamente sexualizada. En la publicidad, series, programas, e incluso las muñecas exhiben modelos de mujer maquilladas, con ropa exagerada, que persiguen un único objetivo: ser populares y llamar su atención. Pero los medios aún dan un paso más y nos muestran a las niñas actuando, vistiendo, hablando como mujeres adultas en miniatura.
- La familia. Muchas mujeres han asumido pasivamente, sin darse cuenta, sin quejas, su condición de objeto, han aprendido que han de ser atractivas, que han de ser sexualmente atractivas. Estas mujeres son madres, hermanas, tías, abuelas, etcétera, que se convierten en modelos a imitar por las niñas. Y es así como desde la familia se transmite el patrón de hipersexualización.
- Maquillar a las niñas (aunque sea a modo de juego y con pinturas para niñas), vestirlas con ropa no apropiada a su edad, escotes exagerados, alentar coqueteos con otros niños o adulto, y todo aquello que salga del lenguaje y quehaceres infantiles.
Hay muchas
cosas que podemos hacer para evitar caer en la hipersexualización de nuestros
hijos. Algunos consejos:
- Analizar nuestros propios valores y principios, aquellos que estamos transmitiendo a nuestros niños y niñas. Lo que hacemos y decimos, sí que es cierto que no seremos el único modelo que reciban, pero si somos un modelo libre del patrón de hipersexualización estaremos ofreciéndoles otra alternativa, estamos dándoles otra opción.
- Dosificar los medios y comprobar que los contenidos a los que acceden son apropiados para su edad.
- La comunicación. Es importante tanto explicarles como escuchar sus interpretaciones y creencias.
- Transmitir valores más humanos, como la colaboración, el amor, el respeto, la compasión, la inclusión, la tolerancia, el valor de la persona como algo más que los adornos y el atractivo físico.
- El desarrollo de un auto-concepto completo: cuerpo, mente, espíritu.
- La comprensión de algo muy lógico: cada persona es única y diferente, las personas somos heterogéneas y nuestra belleza se encuentra en nuestras diferencias y en nuestra actitud.
Fuente: /la-hipersexualizacion-de-ninos-y-ninas-y-como-evitarlo/
PSICOLOGÍA
INFANTIL Y ADOLESCENCIA
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