CÓMO AFECTAN A LOS HIJOS LAS PELEAS DE LOS PADRES


El estrés que supone un conflicto entre los padres pone en riesgo la salud de sus hijos. Existen trabajos científicos que alertan de los daños que supone para los hijos ser testigos de peleas recurrentes en su entorno familiar.


Un estrés continuo en un niño puede desencadenar problemas en su desarrollo y rendimiento cognitivo. Lo que les supondría una disminución en capacidades como la atención, la concentración y la resolución de conflictos. En los hogares conflictivos, los niños tienen un mayor riesgo de desarrollar este tipo de problemas.

Los hijos son las personas más vulnerables del entorno familiar y es por ello que toda pelea o conflicto entre los padres puede suponerles problemas de estrés. Enfrentamientos que afecten a su comportamiento y a su desarrollo cerebral y cognitivo, según muestran los estudios realizados al respecto.

Las discusiones entre las parejas son algo habitual, ya que siempre se presentan desacuerdos y diferencias de opinión que son generadores de disputas. El problema reside en cómo se abordan estos enfrentamientos, si se hace desde el respeto o se tiende a resolver con peleas de manera que una discusión se convierta en una batalla campal.

Las discusiones más conflictivas, sobre todo cuando son frecuentes, dejan una huella desfavorable en los niños que las presencian. Sin embargo, las discusiones que se hacen desde el respeto resultan ser positivas para los niños, ya que se convierten en un modelo de cómo gestionar un desacuerdo.

EL PELIGRO DE LAS DISCUSIONES DELANTE DE LOS HIJOS
Los padres que tienen problemas por resolver han de saber que sus hijos perciben esta tensión entre ambos. Es necesario procurar resolver las diferencias en un lugar apropiado, al ser posible nunca delante de los hijos, ya que estos se sienten culpables y frustrados ante la imposibilidad de hacer algo.

Para evitar estas situaciones frente a los hijos, lo adecuado es plantear los debates con más tensión lejos de la mirada curiosa de los niños, sobre todo cuando el desacuerdo es anticipable o previsible.

Los niños que presentan habitualmente fuertes disputas entre sus padres tienen más dificultades para enfrentarse y responder ante las situaciones difíciles.

EL ESTRÉS QUE GENERAN LAS PELEAS ENTRE LOS PADRES
El estrés que supone un conflicto entre los padres pone en riesgo la salud de sus hijos. Existen trabajos científicos que alertan de los daños que supone para los hijos ser testigos de peleas recurrentes en su entorno familiar.


Un estrés continuo en un niño puede desencadenar problemas en su desarrollo y rendimiento cognitivo. Lo que les supondría una disminución en capacidades como la atención, la concentración y la resolución de conflictos. En los hogares conflictivos, los niños tienen un mayor riesgo de desarrollar este tipo de problemas.

Los niños recuerdan estos hechos como historias desagradables en sus vidas, y esto les perjudica a su vez en la regulación de sus propias emociones.

PROTEGIENDO A LOS HIJOS DE NUESTROS CONFLICTOS
Si bien es cierto que las discusiones son inevitables entre las parejas, también pueden regularse para que no resulten violentas. Cuando el conflicto se convierte en una lucha, hablamos también de una agresión para quien la presencia. Evitar este tipo de discusiones no solo es recomendable sino que es totalmente necesario: por el bien de la pareja y por el de los hijos.

Lo beneficioso y saludable en este caso es poder dar ejemplo a los hijos a través de las diferencias y conflictos que se presenten en la relación. Los niños pueden beneficiarse al tener un modelo para resolver los conflictos de una forma adecuada. Valores como el respeto, la comprensión, la escucha y la asertividad siempre tienen la oportunidad de entrar en juego en una discusión.

Así, los conflictos y las discusiones, que resultan inevitables en cualquier relación, pueden convertirse en una oportunidad para dar ejemplo a los hijos de cómo han de solucionarse los conflictos y de cómo se puede alcanzar soluciones a través del compromiso y el respeto. De este modo, cuando la disputa se sale de tono es conveniente pedir disculpas a los hijos y comprometerse a no volver a repetirlo, ya que como hemos dicho antes esto supone una agresión para ellos.

Los conflictos por lo tanto no siempre es algo que haya que evitar, lo importante en este caso es el modo en cómo se discute. Ya que podemos transformar esta situación en una oportunidad para que nuestros hijos aprendan a gestionar los conflictos y puedan intercambiar opiniones sin llegar a la agresión y los insultos.



PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

CÓMO ENSEÑAR A UN NIÑO A HACER FRENTE A SU IRA

La ira es una emoción humana y perfectamente natural, pero controlarla cuando eres un niño puede resultar bastante complicado. Regañar a un niño cuando experimenta episodios de ira solo puede generar en él un sentimiento de culpa debido a la incapacidad de gestionar sus emociones, que todavía no puede controlar. Otra práctica muy común, pero nada recomendable, es que los padres procuren calmar los estados de ira y ansiedad del niño/a con regalos, algo que a largo plazo podría acarrear mayores problemas aún del que se trata en este artículo, ya que el niño podría aprender a canalizar su ira a través del egoísmo y de la exigencia.

¿CÓMO PODEMOS AYUDAR ENTONCES A NUESTROS HIJOS PARA QUE CONTROLEN SU IRA?

Enseñarles a ser conscientes de su propio estado emocional. En primer lugar, el niño debe estar al tanto de lo que está pasando con él. Podemos explicarle que la ira no es un estado vergonzoso o prohibido, ya que todas las personas nos enfadamos a veces y sufrimos este sentimiento. Debemos  tener comprensión en todo momento hacia el niño, ya que esto será el principio de una buena base para el desarrollo de su autocontrol.

Método de “contar hasta 10”. Este método conocido como “contar lentamente hasta diez” puede ayudar a que la emoción de la ira (si no es excepcionalmente fuerte), no dure demasiado tiempo y pueda desaparecer tras un rato respirando con tranquilidad y sosiego. Si el niño se niega a realizar este método podemos, simplemente, decirle  que hable con nosotros acerca de sus problemas de manera tranquila mientras da varias vueltas al cuarto o al salón. Junto con la energía que va desgastando mientras mueve su cuerpo, irá también desapareciendo la rabia acumulada al sentir que se desahoga contando el motivo de su enfado a otros.

Dejar que grite. Desde hace tiempo se sabe que eliminar la ira, así como otras emociones
negativas, se puede hacer mediante el desahogo. En niños muy pequeños sucede lo mismo, cualquier emoción negativa se traduce directamente en gritos y lloros. Los padres pueden enseñar a gritar “hacía dentro”, donde no se interfiera con nadie, aunque sin duda esto es difícil de hacer. Si el niño desea gritar puede convencerlo para que vaya al cuarto de baño y evitar que pueda molestar así a los vecinos, o bien puedes realizar una excursión al campo para poder hacerlo de forma cómoda y completamente libre y desinhibida. Esta podría ser una experiencia para el niño inolvidable, divertido y muy placentero.

Llamar la atención, retarlos, castigarlos, gritarles que se calmen, entre otras reacciones por parte de los padres que  conlleva la manifestación de energías desbordadas sólo se conseguirá que el niño genera más rabia y angustia.

PSICOLOGÚA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

8 CONSEJOS PARA QUE UN NIÑO SEA FELIZ

Todos los padres quieren que sus hijos sean felices, pero hay que saber también cómo ayudarles para que superen altibajos y adquieran experiencias de muchas situaciones que se les pueden presentar en la vida.

Aquí van unos cuantos consejos para procurar conseguirlo:

DIVIÉRTETE CON TU HIJO
Es importante jugar con los niños, porque no solo les hace felices, sino que también les ayuda a desarrollar habilidades de comunicación. Ponerlo en práctica nos ayudará a  saber cuáles son los gustos de nuestros hijos.

AYUDA A DESARROLLAR LOS TALENTOS
Cada niño tiene algo especial y como padres debemos ayudarles a que aprendan todo lo que puedan acerca de su propio talento. Por ejemplo, un niño al que se le dan muy bien las matemáticas puede motivarse a seguir yendo por ese camino si se le elogia por su esfuerzo y su tesón.

ENSEÑA A TU HIJO A LIDIAR CON SUS PROBLEMAS
Muchos padres piensan que su hijo será feliz si le resuelven los problemas, pero esto no es cierto. Aprender a solucionar y superar problemas es algo positivo para los niños, ya que esto les llevará a adquirir un cierto sentido de independencia y responsabilidad cuando tengan que tomar alguna decisión. Pero, cuidado: esto no quiere decir que los niños no deban pedir ayuda a sus padres cuando lo necesiten.

DEJA QUE LOS NIÑOS SE SIENTAN TRISTES ALGUNA VEZ
Es necesario que los niños puedan experimentar diferentes emociones. El mundo no es  una alegría continua y esto debe ser enseñado a los niños.

APRENDER A PENSAR EN LOS DEMÁS Y TENER EMPATÍA
Debemos mostrar a nuestros hijos que nosotros también necesitamos muchas veces ayuda de los demás. Muchos estudios han demostrado que las personas que se preocupan por los demás, se sienten más felices.



MOTIVAR A LOS NIÑOS
El niño necesita nuestro apoyo, no dudes en mostrarle tu amor y cariño.

MUÉSTRALE A TU HIJO QUE LO AMAS, NO IMPORTA EN QUÉ SITUACIÓN
Los niños pueden estar enfadados o tristes porque hayan hecho alguna cosa mal. Es importante mostrarles que, incluso en tales situaciones, no dejamos de quererlos.

FOMÉNTALE LA IMPORTANCIA DE HACER ALGO POR SU CUENTA
Las cosas nunca salen bien a la primera, eso lo sabemos todos. Sin embargo, intentarlo ya es un primer paso hacia el éxito para cualquier meta que tenga tu hijo. ¡Ayúdale a ser independiente y a seguir adelante!



PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

ABRAZAR, CONSOLAR Y ATENDER NO ES MALCRIAR, TAMBIÉN ES EDUCAR

Malcriar no tiene nada que ver con consolar, con atender necesidades, con apagar miedos o nutrir con abrazos o caricias. Quien “mal cría” es quien no hace caso y abandona, quien comete el error de pensar que la mente de un bebé es como la de un adulto que entiende de manipulaciones o chantajes.

En un interesante estudio sobre inteligencia afectiva se demostró que lo que más experimentan los bebés a lo largo del día es dolor psicológico. Mucho más que el dolor físico. Es sin duda un detalle que vale la pena tener en cuenta: el sufrimiento emocional de los más pequeños tiene que ver con factores como el hambre, el miedo o la sensación de inseguridad.

Son factores instintivos que implican un malestar auténtico, y esto es algo que cada niño va a demostrar de un modo particular y diferente a los demás. Habrá bebés más demandantes que otros y por ello, como madres, hemos de entender la realidad particular de cada criatura sabiendo que quien atiende necesidades no malcría. Que ofrecer seguridad y estrategias es educar.

CONSOLAR, EL ARTE DE ENTENDER NECESIDADES
Si un amigo nuestro llora no lo dejamos que lo haga hasta que se agote. Si nuestra pareja, nuestra hermana o nuestro padre lloran no los dejamos en una habitación hasta que se les pase. ¿Por qué hemos de hacerlo con nuestros hijos?

Consolar es el arte excepcional de saber intuir necesidades y saber desplegar adecuadas estrategias de atención para sanar esos dolores psíquicos o emocionales. Por ello, en ocasiones, no basta con decir “cálmate, no pasa nada”, para un niño pequeño lo que confiere mayor poder de consuelo es el contacto físico y ese tono de voz capaz de hablar con calma y cercanía.

Son pequeñas cosas que generan auténticas improntas en el cerebro de un bebé que está madurando y donde cualquier estímulo, así como cualquier carencia, va a determinar su posterior desarrollo. Veamos más aspectos de interés.

LA SABIDURÍA DEL “BIENCRIAR”
Los términos son importantes en nuestro lenguaje, pero en ocasiones las expresiones más populares suelen ver siempre comportamientos patológicos donde solo hay procesos naturales. Es muy posible, por ejemplo, que también tú te hayas visto en la situación de tener que soportar los comentarios de tus amigos o familiares cuando coges en brazos a tus hijos para aliviar su llanto o su enfado.

“Lo estás malcriando”, nos dicen. Nosotras callamos sabiendo que no es así, porque entendemos que un refuerzo positivo en el instante acertado evita rabietas, reduce el estrés y consigue que nuestros niños se sientan más seguros para ir explorando su entorno a su ritmo.

La sabiduría del biencriar sabe que que las consecuencia del llanto prolongado y no atendido trae efectos no deseados. Desde el punto de vista neurológico lo que ocasiona es que haya estrés, y un nivel elevado de cortisol altera la química de los neurotransmisores, se intensifica el miedo y una mayor necesidad de atención.

La sabiduría del biencrear sabe que consolar, abrazar y “estar presente” mejora el vínculo con nuestros hijos. Nuestros niños van a necesitar de este apego seguro a lo largo de sus tres primeros años. Es una etapa donde sus necesidades vitales suelen ser simples pero esenciales: seguridad, afecto, reconocimiento y disfrutar de estímulos enriquecedores con los que favorecer la conectividad neuronal.

Un niño al que se le deja llorar hasta que se agote o al que no recibe abrazos o caricias es un bebé que construye una idea del mundo algo hostil, un escenario del que “siempre estará esperando cosas”, un mundo del que defenderse a veces con ira, o del que esperar refuerzos con los que encontrarse a sí mismo.

PROMOVER EL DESARROLLO EMOCIONAL PARA AYUDAR A CRECER
La educación emocional no empieza cuando un niño es ya competente a la hora de comunicarse, cuando hemos ya de poner reglas, de marcar límites y negociar normas. Un bebé de ocho meses que nos tira del pelo cuando se enfada es una persona que busca canalizar su rabia y su frustración.

La educación emocional empieza desde el primer día en que dejamos a nuestro bebé en la cuna después de llegar del hospital. Después de dar a luz. No podemos olvidar que el primer anclaje emocional se origina nada más nacer, con ese primer contacto piel con piel entre el bebé y su madre.

La lactancia materna es un pilar maravilloso para seguir construyendo ese vínculo que transmite seguridad, calma y bienestar. Más tarde, el arte de consolar de manera respetuosa le permitirá seguir creciendo en seguridad.

Atender las reacciones negativas tampoco es malcriar. El niño de dos años que tira un juguete al suelo con rabia o que araña a su hermano o a su madre, esconde una emoción que lo sobrepasa y que hay que saber canalizar, entender y gestionar.

La tarea de entender emociones y trabajarlas es algo que requiere paciencia e intuición, algo que nunca deberemos pasar por alto “solo porque son pequeños”. Las cosas pequeñas de ahora pueden transformarse en grandes abismos el día de mañana, por ello, es necesario que prestemos atención, que los alimentemos con emociones positivas poniendo en práctica el arte del biencriar.

Fuente: https://eresmama.com/abrazar-consolar-atender-no-malcriar-tambien-educar/


PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

¿CALMAS A LOS NIÑOS CON UN CELULAR O TABLET? ENTÉRATE DEL DAÑO QUE LES CAUSA.

La tecnología ha sido de mucha ayuda en la época moderna. Nos permite comunicarnos con familiares y amigos que están al otro lado del mundo y eso nos hace sentirlo más cerca. Es importante saber que la tecnología no es mala ni buena, nosotros somos quienes la transformamos en una buena o mala herramienta.

Generalmente los pequeños de la casa a muy corta edad ya saben manejar con mayor agilidad equipos electrónicos que a muchos adultos les cuesta manipular. Desafortunadamente, los padres han cometido un grave error con la educación y la salud mental de los pequeños al utilizar estos aparatos como única forma de tranquilizar a los hijos.

A veces los niños hacen berrinches y los padres no saben exactamente por qué sucede esto, entonces optan por la solución más efectiva: entregar un dulce o juguete para entretenerlos. Sin embargo, hay padres que entregan tablet o celulares sin saber que están ocasionando un gran daño.

CALMAR LOS BERRINCHES DE LOS HIJOS CON TABLET O CELULARES DAÑA LA SALUD MENTAL

Según recientes investigaciones, entregar estos aparatos durante los berrinches está ocasionando retrasos y dificultades en el desarrollo de la personalidad del niño. Y a razón es muy sencilla: Las primeras personas con la que los niños crean lazos afectivos son sus padres y se alejan y sustituyen por un aparato electrónico el niño no sabrá como relacionarse con los demás.

Este mal hábito produce un retardo en el desarrollo del lenguaje en los niños, a su vez, si estos dispositivos se convierten en un método habitual para calmar y distraer a los niños, ¿ellos serán capaces de desarrollar sus propios mecanismos de autoregulación?”.

La entrega de los equipos electrónicos se convierte en un obstáculo para el niño ya que no sabrá encontrar sus propias maneras de entretenimiento. El abuso de estos dispositivos durante la infancia podrían interferir con su desarrollo de la empatía, sus habilidades sociales y de resolver los problemas, que generalmente se obtienen de la exploración, los juegos no estructurados y la interacción con amigos.

Es muy importante que los padres se tomen el tiempo de escuchar, conversar y jugar con sus hijos para que se puedan fomentar las relaciones interpersonales de los pequeños con su entorno.



Fuente: http://bajarlostrigliceridos.com/calmas-a-los-ninos-con-un-celular-o-tablet-enterate-del-dano-que-les-estas-haciendo/


PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

DEPRESIÓN ‘SONRIENTE’, MUJERES QUE OCULTAN SU DOLOR POR MIEDO A SER MALAS MADRES.

La depresión posparto es la enfermedad mental materna más frecuente y afecta a la relación con el bebé. Se estima que la padecen un 15% de las madres recientes.

Una de cada cinco nuevas madres presenta, algún tipo de trastorno perinatal o de ansiedad. Enfermedades que no se suelen evaluar ni tratar y que tienen consecuencias a largo plazo importantes para la mujer y el recién nacido. Entre las psicopatologías que afectan a las nuevas madres en este periodo destaca, por su frecuencia, la depresión posparto, cuyos síntomas pueden comenzar en el embarazo y suelen estar presentes hasta un año después del nacimiento del pequeño. Estos trastornos pueden afectar a cualquier mujer sin importar su educación, cultura y nacionalidad.

La depresión posparto es la enfermedad materna más común en el año que sigue al parto y tiene síntomas específicos precisamente por su efecto en el bebé, ya que suele alterar la capacidad maternal de responder amorosamente al nuevo hijo. Se estima que la padecen un 15% de las madres recientes, aunque en la mayoría de los casos no se llega a diagnosticar. Se le suele llamar “la depresión sonriente”, precisamente, porque muchas madres consiguen esconder su sufrimiento por miedo a ser tachadas de malas madres.

DEPRESIÓN POSPARTO: LA CARA MÁS AMARGA DE LA MATERNIDAD
Es la incapacidad de disfrutar al bebé por el sentimiento de culpa, arrepentimiento por haberlo tenido y la pena constante por el hijo. Cosas como pensar “pobre hijo mío que le tocó esta madre que no le quiere como debería”, o incluso “estaría mejor sin mí”. "La alteración del sueño, el no dormir ni siquiera cuando duerme el bebé porque no pueden dejar de escuchar cada ruidito que el bebé hace al respirar…El agotamiento profundo, las ganas de llorar, el mal humor. En los casos más graves, se llega a fantasear con hacer daño al bebé, hay pensamientos intrusivos, y también hay madres que no pueden acercarse a la ventana ni bañar al bebé solas porque temen tirarlo por la ventana o ahogarlo. Sufren muchísimo y lo peor es que muchas no se atreven a contar a nadie el infierno que están viviendo en su cabeza.

El estado psíquico de la madre afecta enormemente al bebé desde la gestación. Si sufre ansiedad, estrés o depresión el embarazo se complica, puede producirse un parto prematuro, hemorragias, infecciones. Además, su estado de ánimo afecta, de diversas maneras, al desarrollo cerebral de su bebé, condicionándola, incluso a muy largo plazo. El estrés en el embarazo puede ser casi tan tóxico como el tabaco y el efecto continúa en el posparto. Si la madre no está bien, si no se detecta su sufrimiento y no se le ayuda o se trata, además de al bebé, se verá afectada también la relación de pareja y la crianza de los otros hijos.

Los recursos en nuestro país para atender a estas mujeres son muy escasos. Apenas hay psicólogos en los equipos obstétricos o de neonatología. Es una carencia tremenda y dramática. Las familias a veces transitan situaciones durísimas, como la muerte gestacional (muerte del bebé en el útero o en el parto), sin apenas atención o apoyo psicológico. Esta carencia también afecta a los profesionales, que a menudo tienen que atender situaciones muy complejas de gestantes con trastornos mentales sin recursos especializados. No tenemos apenas unidades ni programas de psiquiatría perinatal ni existen las llamadas Unidades Madre-bebé donde ingresar de forma conjunta a las madres que requieren un ingreso psiquiátrico en el posparto, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos. Es urgente que se incorporen psicólogos perinatales a los equipos de atención al embarazo y posparto, así como a los servicios de neonatología.

Si no se trata a la madre, su salud física empeorará, el embarazo se podría complicar y aumentaría la posibilidad de que el futuro niño sea prematuro. Sin mencionar que se podrían tener  dificultades con la lactancia, en la pareja, separaciones y divorcios. La crianza se iniciaría de la peor manera y provocaría que los hijos a su vez pudieran padecer alguna psicopatología a lo largo de la infancia y adolescencia. Un drama que se transmite de una generación a otra y que puede derivar en maltrato y violencia. Sin embargo, con la detección y tratamiento en el periodo perinatal se puede romper esa transmisión intergeneracional. Es el momento preciso para las intervenciones psicoterapéuticas, el impacto de un buen tratamiento cambia la evolución de toda la familia para bien.

La falta de información sobre la depresión posparto niega a la mujer estrategias para afrontarla. Sabemos que las madres con depresión posparto no suelen ir al médico o al psiquiatra. Por el contrario, acuden a urgencias de pediatría a menudo porque el bebé no para de llorar o a la farmacia a comprar lo que sea porque están muy preocupadas por la salud de su retoño.

Cuando se detecta, el tratamiento consiste en diversos puntos.

La psicoeducación: entender qué es la depresión, que afecta a todo tipo de madres. Que ellas no tienen la culpa de estar mal y es importante que sepan que se van a curar y que van a poder disfrutar de su bebé.

La psicoterapia es imprescindible: un espacio de escucha donde poder elaborar su nueva identidad como madre y aprender a relacionarse con el bebé de una manera más saludable.

Hay que recordar que, si no se trata la depresión posparto, afecta mucho a la interacción con el bebé, así que este podría sufrir, por ejemplo un retraso en la adquisición del lenguaje o psicomotor por falta de estimulación. En los casos más graves hay riesgo de suicidio e incluso de infanticidio.

 Sin tratamiento, muchas madres siguen deprimidas meses o años. Son mujeres malhumoradas, con aumento de peso, que no disfrutan de sus hijos ni de su vida. Por eso es importantísimo prevenir, detectar y tratar.



PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

4 MANERAS DE HACER SENTIR A LOS NIÑOS QUERIDO

Si alimentamos a los niños de amor, los miedos morirán de hambre”


Si existe una fuerza sobrenatural que puede con todo es sin duda el amor. El amor transforma a las personas, las hace crecer, les da la fuerza que necesitan. Es el fertilizante de la vida. Y si un niño siente querido, créanme, podrá conseguir lo que se proponga en la vida.

El amor es el motor y también la gasolina. Es la energía poderosa que derriba muros y hace crecer flores en el desierto. Un niño querido es el futuro en letras gigantes.

Rodeando de amor a nuestros pequeños estaremos haciéndolos fuertes y seguros. Capaces de luchar por lo que quieren. Dándoles valor para cuestionar lo que no les parece justo y desafiar los miedos más irracionales.  Haremos que tengan iniciativa e ilusión. Y lo más importante, si se caen en el camino, que es ley de vida que lo harán, sabrán levantarse, sacudirse el polvo y seguir adelante.

¿Cómo hacemos que se sientan queridos?  Hay muchas maneras, y algunas que a lo mejor ni te habías planteado. ¡No esperes para ponerlas en práctica!

SÍ AL CONTACTO FÍSICO
Abrazos, besos, chocar las manos, una palmada en el hombro, acariciarle la cabecita. Que note siempre que estás ahí con él. Tu calor es la mejor medicina, la que le hará sentir que el mundo es un lugar acogedor.
 
TEN EN CUENTA SUS IDEAS
Escúchale y ten en cuenta su opinión. Enséñale a contrastarla con la tuya y la de los demás. Aprenderá a ser crítico de forma constructiva. No desprecies sus gustos, es más, escucha su canción favorita, ve con él la película que tanto le gusta o interésate por sus cosas. No te tienen por qué encantar pero el hecho de acercarte a su mundo le hará ver que te importa y lo valorará.

COMPARTE TIEMPO CON ÉL
Juega, lee, charla, pasea, dibuja, escúchale o simplemente túmbate a su lado a ver las nubes. El tiempo que pases con tu hijo no volverá y él lo recordará toda la vida. Si por trabajo u otras ocupaciones no puede ser todo el que quisieras, haz que el poco que puedas sea de calidad y dedícate a él en exclusiva.

Deja el teléfono móvil lejos y olvídate de las preocupaciones cotidianas. En esa media hora o una hora con tu hijo déjate querer y quiérelo. Ríete y ponte a su altura. Vuelve a ser un niño con él.

HAZ TUYOS SUS PROBLEMAS
Los niños te dan su confianza sin preguntar. Si no los juzgas la tendrás para siempre. Ojalá comparta contigo sus inquietudes y miedos para que puedas ayudarle si lo necesita, animándolo, poniéndote en su lugar y haciéndole saber que la fuerza que precisa para derrotar a los monstruos la tiene dentro, muy cerquita del corazón, se llama amor y se alimenta de abrazos de oso muy apretados.



PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

UN EMOTIVO CORTO SOBRE LOS NIÑOS CON HABILIDADES DIFERENTES



Un genial cortometraje de animación sobre cómo se vive la infancia con necesidades especiales.

“El cazo de Lorenzo” es un emotivo cuento de Isabelle Carrier. La autora recrea el día a día de un niño diferente a través de tiernas ilustraciones. Sus dificultades, sus cualidades, así como los obstáculos que tiene que afrontar, quedan metafóricamente representados de un modo claro e inteligente.

¿QUÉ NOS ENSEÑA ESTE CUENTO?

Esta semana, Alejandra Escura, psicóloga infantil colaboradora del Instituto de Asistencia Psicológica y Psiquiatrica Mensalus, rescata un corto de animación que relata la historia original de Isabelle Carrier con el fin de ofrecer algunas pautas prácticas para los padres.

¿ESTE TIPO DE CUENTOS SE TRABAJAN DESDE LA CONSULTA DE PSICOLOGÍA?

Los cuentos que especialmente utilizan un lenguaje metafórico para transformar procesos aparentemente complicados (por la carga emocional que conllevan) en conceptos sencillos, son fantásticas herramientas psicoeducativas que resultan de gran ayuda en las terapias individuales y familiares.

Su poder reside en la capacidad de hablar claramente de aquello que tanto tememos y presentarlo como un proceso natural abordable desde una perspectiva constructiva. Con historias como la que hoy presentamos, entendemos que aceptar el conflicto, la situación, la dificultad, etc. siempre suma.

¿QUÉ «SUMAMOS» CON «EL CAZO DE LORENZO»?

Bien. Resaltamos especialmente la importancia de seguir el camino de Lorenzo justamente por la riqueza que aporta esta visión tan funcional del cazo. Él acaba llevando su cazo rojo metido en un bolso, lo cuál le permite superar las dificultades que antes le entorpecían. Todo ello lo consigue gracias a la seguridad que le ofrece un referente adulto, una persona que, con amor y dedicación, le marca el camino al mismo tiempo que le ofrece independencia para experimentarlo.

¿CÓMO REACCIONAN HABITUALMENTE LOS PADRES ANTE LA PRESENCIA DEL «CAZO»?

Los padres temen que el pequeño sufra y reaccionan ante esta alerta. En realidad, su ansiedad anticipatoria es uno de los elementos que más tensión emocional puede generar. Por este motivo, trabajamos conjuntamente con las familias para aumentar la autoconciencia sobre los efectos que genera la ansiedad que se respira en casa.

Cuando esta ansiedad es muy elevada, los padres únicamente ven «el cazo». Si esto ocurre, la sobre protección que despierta la alerta puede entorpecer seriamente la capacidad del niño por adquirir recursos de un modo sano.

¿QUÉ EJEMPLOS DE ACTITUDES RELACIONADAS CON LA SOBREPROTECCIÓN PUEDEN LIMITAR EL CRECIMIENTO PERSONAL DEL NIÑO?

Por ejemplo, un continuo sistema de premios. En ocasiones, los padres premian en exceso (física o verbalmente) con el fin de motivar al hijo. El resultado es una desconexión con el refuerzo positivo ya que pierde significado. Si el niño no siente que se ha esforzado y recibe un premio, ¿qué sentido tiene? Por este motivo es importante reconocer el logro pero también normalizarlo para que, de este modo, el niño crea en su capacidad por perseguir metas de forma natural. Ver que los mayores confían en él es la mejor vía.

En este sentido, los discursos que realzan el ingenio (Ej.: «me ha gustado cómo has hecho «X», «veo que has conseguido «Y» sin tener que hacer «Z», etc.) ofrecen una información extra al niño que no pone de manifiesto el «cazo» y, en cambio, evidencia una particular estrategia propia de su modus operandi.

Existe un momento en que Lorenzo se esconde debajo de su cazo. ¿Qué pautas pueden ayudar a los padres en estos casos?

En un primer momento es importante animar al pequeño a expresar cómo se siente y mostrar comprensión. Poner palabras a las emociones abre un canal de comunicación que aumenta la capacidad de insight del niño y le ayuda a conectar con los demás. Por otro lado, realzar nuevamente sus capacidades a través de los hechos será nuestro objetivo. La acción es la que demostrará al niño cómo llevar el cazo colgado en lugar de mirar continuamente a través de él.

Dicho esto, animaríamos a los padres a salir ahí fuera con sus hijos con el fin de disfrutar de una práctica deportiva, un paseo, una excursión, una cena, una visita familiar, una salida educativa, etc., restándole protagonismo al cazo y otorgándolo al niño y a la actividad en sí.

Vivir y sentir con el cazo convierte a la persona en un ser libre que encuentra el recurso en si misma. Por el contrario, mantener los ojos permanentemente en el cazo provoca un aumento de su tamaño (es entonces cuando irrumpen pensamientos relacionados con la limitación).

¿QUÉ LES DIRÍAS A TODOS AQUELLOS PADRES QUE ESTÁN LEYENDO ESTA ENTREVISTA?

El cazo es natural, forma parte de aquella persona, por ello es importante no verlo como un obstáculo sino como una oportunidad para adquirir recursos imprescindibles que la conviertan en la protagonista de su propia historia de vida.


Como padres, estar ahí para escuchar, comprender y acompañar es el mejor modo de ofrecer la oportunidad al niño de experimentar, aprender y crecer al lado del cazo.

PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA

25 PREGUNTAS PARA SABER COMO LE HA IDO A TU HIJA/O EN EL COLEGIO

Es muy positivo que hablemos con nuestros hijos de su día a día para que así nos puedan contar sus inquietudes y estemos más cerca de sus emociones cotidianas. La única pega es que a veces a la pregunta de: ¿cómo te ha ido en el cole hoy? La respuesta suele ser un escueto “bien” y ahí se acaba cualquier posibilidad de conversación. Normalmente nosotros insistimos y ellos se cierran en banda. Esto es fácil de comprender si pensamos que pasan en el colegio un mínimo de 7 horas con muchas asignaturas, actividades, recreos, profesores y compañeros. Imaginemos cuántas anécdotas de todo tipo pueden acumular cada día. Para ellos es complicado transmitirlas, así que será más efectivo que nos acerquemos a ellos de una forma más concreta preguntando por detalles que sí puedan expresar, sobre todo los más pequeños.

Resultado de imagen para 25 preguntas para tus hijos
Es importante que estemos receptivos y pacientes. Puede costarle un poco abrirse, pero cuando lo haga será muy divertido y le encantará seguir haciéndolo. Ya verás que el paseo a casa comienza a ser muy cercano y provechoso para vuestra relación.

Aquí te damos algunas ideas de las preguntas que puedes hacer para niños de 3 a 10 años. 

LISTADO DE PREGUNTAS
1.       ¿Qué clase ha sido la más divertida hoy?
2.      Si te tuvieras que cambiar de sitio ¿al lado de quién te pondrías?
3.      ¿Qué ha sido lo más divertido del recreo?
4.      ¿Hay alguien en tu clase con quien no hables nunca?
5.      ¿Cuál es el profesor más serio de todos?
6.      Si tus compañeros fueran animales, ¿cuáles serían?
7.      ¿Qué juego está de moda en el recreo estos días?
8.     Cuéntame el momento más gracioso de toda la mañana.
9.      ¿Cuál es tu lugar favorito del cole?
10.  ¿Qué asignatura eliminarías y por qué?
11.   ¿Qué te gustaría que te enseñaran en el colegio?
12.  ¿Algún compañero que no conocías bien se te ha acercado últimamente?
13.  ¿Quién ha sido el protagonista del día para ti en el cole?
14.  ¿Cómo titularías el día de hoy?
15.   Imagina que las mascotas fueran también al cole, ¿qué crees que pasaría?
16.  ¿A quién de la familia te gustaría invitar un día a tu clase?
17.   Si pudieras cambiar algo en la decoración de tu clase, ¿qué harías?
18.  Imagina que puedes gritar lo que quieras subido en una mesa de tu clase, ¿qué sería?
19.  Todos bailan en el colegio… ¿qué canción pondrías?
20. Te cambias de colegio y te puedes llevar a cuatro compañer@s, ¿quiénes son?
21.  ¿A quién mandarías a estudiar muy lejos?
22. Si hoy hablara con tu profesor ¿qué me contaría de ti?
23. ¿Cuál ha sido la palabra que más se ha repetido hoy en la escuela?
24. ¿De qué se habla estos días en tu colegio?
25.  ¿Quién es el niño o la niña más feliz? ¿Por qué te parece el más feliz?

De estas preguntas salen otras y, sobre todo, pueden desembocar en divertidas o curiosas reflexiones. ¡Úsalas e invéntate otras! Y si tu hijo no quiere hablar porque no tiene un buen día, respétalo. A ti también te pasa.



PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA