Los padres son un referente, tenerlos cerca es una suerte y disfrutar de sus consejos y cariño incondicional es lo mejor que le puede pasar a un niño… A no ser que este padre o madre no esté cerca, sino que lo sobrevuele impidiendo sus movimientos y anulando su iniciativa, como si fuera un helicóptero.
Cuidar y estar pendiente de un bebé o un niño pequeño es lógico e instintivo. Necesitan de nuestra atención y protección pues nacemos vulnerables e indefensos. Cuando el niño va creciendo lo natural es soltar cuerda e irnos alejando poco a poco para que el niño comience a desarrollar su autonomía, la misma que debemos ir inculcando a diario mientras le enseñamos y dejamos que vaya haciendo las cosas por su cuenta aunque al principio le cueste. Solo así aprenderá y se sentirá capaz de enfrentarse al mundo, pues tarde o temprano tendrá que vivirlo sólo.
Sin embargo, hay padres que ya sea por motivos emocionales, psicológicos o por algún suceso traumático que hayan sufrido, van contra natura incrementando su protección según pasan los años hasta llegar a anticiparse a desgracias imaginarias que, aseguran, se van a abalanzar sobre sus pequeños, no dejándoles de este modo experimentar o algo aún más necesario, impidiéndoles aprender de sus errores. No pasa nada si tropiezan o se equivocan, esto es natural y necesario, pero los padres helicóptero ven normal entrometerse en la vida de los niños y más tarde de los adolescentes, frenando su desarrollo y coartando su libertad.
Esta plaga fenómeno de la sociedad actual está, por desgracia, cada vez más presente, por lo que no está de más ver los efectos tan nocivos que tiene esta actitud en los niños.
CONSECUENCIAS DE ACTUAR COMO UN PADRE O MADRE HELICÓPTERO:
Ansiedad
Los padres helicópteros le transmiten al pequeño su preocupación constante haciéndole creer que el mundo es un sitio hostil y, además, que ellos ni están ni estarán nunca preparados para enfrentarlo. ¿Cómo no van a acusar ansiedad ante este panorama?
Depresión
No tienen ninguna motivación ya que no hacen nada por ellos mismos, ni siquiera pensar. Esta falta de iniciativa e ilusión puede desembocar fácilmente en depresión.
Baja autoestima
Sienten en todo momento que sin sus padres no podrían vivir, que ellos no saben y que son incapaces de decidir o de actuar. Es obvio que su autoestima está bajo mínimos.
Retraso en el aprendizaje
Se les limita y coarta en todo momento por lo que pudiera pasar, por lo tanto es lógico que tarden en aprender conceptos que otros niños experimentan y viven en primera persona.
Problemas de conducta
Su personalidad nerviosa hace que se frustre con facilidad e incluso reaccione en algún momento violentamente. Es poco participativo y miedoso. El miedo al rechazo o a la equivocación es muy grande y condiciona su día a día. Esto le afecta en el colegio y en su entorno más inmediato.
Dificultad en la socialización
Los padres helicóptero son los culpables de que el niño sobreprotegido no sepa relacionarse con otros niños y casi con nadie. Tímidos, retraídos e inseguros, tienen muchas dificultades para entablar amistad y no digamos entrar en un grupo nuevo.
Cuidado porque son víctimas perfectas de bullying por parte de sus compañeros.
Recuerda que tu hijo debe vivir sabiendo que te tiene cerca, cuando te necesite, pero no encima: su vida y sus experiencias son suyas, no tuyas. Y nadie escarmienta en cabeza ajena, hay que caerse para aprender. Es lo más sano que le puede pasar.
PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA
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