MUNDO LABORAL Y SÍNDROME BURNOUT

Este síndrome se trata de una respuesta al estrés laboral crónico, una experiencia subjetiva que engloba sentimientos y actitudes con implicaciones nocivas para la persona y la organización.

Desde la perspectiva clínica, se describe como: "Sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resultaba de una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador". El autor afirma que el Burnout es el Síndrome que ocasiona la "adicción al trabajo".

Desde la perspectiva psicosocial se afirma que el Síndrome de Burnout hay que entenderlo primeramente como un proceso de respuesta emocional, situando los factores laborales y los organizacionales como condicionantes y antecedentes.

Desde la perspectiva psicosocial, es necesario diferenciar el síndrome de Burnout con el estrés crónico. Para establecer esta diferenciación exponemos que:

  1. Se puede estar estresada/o y seguir funcionando, aun cuando sea difícil. En cambio, cuando el Síndrome de Burnout aparece es necesario hacer cambios radicales en nuestra manera de enfrentar las tensiones.

  1. Así como el estrés es asociado a numerosas razones o causas, muchas de las cuales pueden pertenecer al ámbito de la vida cotidiana, las definiciones de Burnout están más vinculadas al mundo laboral.

  1. Otra de las grandes diferencias del estrés con el Burnout es que mientras el primero puede ser experimentado positiva o negativamente por la persona, el segundo es un fenómeno exclusivamente negativo.

Maslach y Jackson entienden que el Burnout se configura como "un Síndrome tridimensional caracterizado por agotamiento emocional, despersonalización y reducida realización personal":

1.- Agotamiento Emocional: Se le describe como  fatiga o falta de energía y sensación de  que los recursos emocionales se han agotado.   Puede  darse en conjunto  con  sentimientos  de  frustración  y tensión,  en  la  medida  que  ya  no  se tiene motivación  para seguir  lidiando  con el trabajo. Las personas se sentirían desgastadas e incapaces de recuperarse. Cuando despiertan en las mañanas carecen de la energía para enfrentarse  a  nuevos  proyectos,  sintiéndose  como  si  no  hubieran  dormido  en absoluto. Este cuadro sería la primera reacción a las demandas estresantes del trabajo.

El agotamiento no es simplemente experimentado, sino que gatilla en las personas la necesidad  de realizar  acciones  para  distanciarse  emocional  y cognitivamente del trabajo,  presumiblemente  como  una forma  de lidiar con la sobrecarga. 
Esta dimensión  se caracteriza  por dejar a las personas sin recursos ni energías y con la sensación de que no puede ofrecer nada más, manifestando síntomas físicos y emocionales. Aparecen manifestaciones de irritabilidad, ansiedad y cansancio que no se recuperan con el descanso.

2.- Despersonalización: La  dimensión  de  Despersonalización  o  Cinismo  da  cuenta  del  desarrollo  de actitudes  negativas  e  insensibilidad  hacia  las  personas  que  se  atiende  y  a  los colegas  en el trabajo.  Esto deriva  en conflictos  interpersonales  y aislamiento.  El estilo del trato despersonalizado a las personas se basa en generalizaciones, etiquetas  y  descalificaciones,  como  un  intento  de  evitar  cualquier  acercamiento que  sea  desgastante. 

Esta dimensión se   refiere   a  la “deshumanización del individuo”, éste se torna cínico en cuanto a sus sentimientos hacia los clientes, compañeros  de trabajo y la organización.  Además se comienza a tratar  a las personas  como  objetos,  actuando  en forma  distante  e impersonal.  

El Cinismo es un mecanismo que permite reducir al mínimo las emociones potencialmente   intensas   que   podrían   interferir   con   el   funcionamiento   en situaciones  de  la crisis.    Esto  se  debe  a  que  la  persona  minimiza  su  involucramiento  y compromiso con un trabajo que percibe como muy demandante,  sacrificando sus ideales para protegerse de la fatiga y la desilusión.    Por ejemplo, puede usar un lenguaje  denigrante  o  descalificador  para  referirse  a  los  clientes  e intelectualizaciones recurrentes de la situación. Así mismo, desarrollan actitudes rígidas y burocráticas, es decir, se guían “estrictamente por las reglas”, aunque no aporten   a   la   solución   del   problema,   de   modo   que   evitan   involucrarse personalmente   con   las   dificultades   de   las   personas   con   las   que   trabaja.

3.- Falta de Realización Personal: Esta dimensión alude a la sensación de que no se están  obteniendo  logros  de  su  trabajo,  autocalificándose  negativamente.  Esto alude a las dificultades en el desempeño.

Esta dimensión describe la tendencia a auto evaluarse negativamente,  declinando el  sentimiento  de  competencia  en  el  trabajo.  En  otras  palabras,  los  empleados sienten que no se desempeñan tan bien como lo hacían en un comienzo.  Así  mismo,  se  tiene  la  constante sensación de falta de progreso y la persona se siente inefectiva, aumenta su sentimiento de inadecuación y cada nuevo proyecto es sentido como abrumador (Maslach y y otros, 1997).

El Síndrome de Burnout comprende una serie de alternativas físicas, comportamientos mentales y emocionales que tienen su origen en factores individuales, laborales y sociales.

Elementos comunes del fenómeno:

  • Predominan síntomas disfóricos, tales como: fatiga emocional,  conductual y depresión.
  • Hay un énfasis en síntomas mentales o conductuales.
  • Es un síndrome que sólo aparece en contextos de trabajo.
  • Los síntomas  se manifiestan  en personas  normales  que  no han  sufrido antes de psicopatologías.
  • El  desempeño  del  trabajo  deficiente  ocurre  por  actitudes  y  conductas negativas

Lo que antes era importante y significativo, se vuelve desagradable,  insatisfactorio y  carente  de  significado.  Al  inicio  de  un  trabajo,  las  personas  se  sienten energéticas  y dispuestas  a comprometer  tiempo  y esfuerzo  en  él.   En  general, tienen   muy   buenos   resultados   en   su   evaluación   de   desempeño,   es   decir comienzan sin síntomas de Burnout. Energía, eficacia y compromiso, son la cara opuesta del Burnout. La energía se convierte en fatiga, el compromiso en cinismo y la efectividad en inefectividad y sensación de no lograr lo propuesto (Maslach y otros, 1997).


Psicometacognición
Psicoterapia Integral

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