ESTIMULACIÓN COGNITIVA EN EL ADULTO MAYOR

No es la edad lo que causa problemas en los procesos cognitivos, sino el desuso y la falta de ejercicios asociada al envejecimiento. En otras palabras, la menor efectividad en los procesos mentales se solucionan con repetición y práctica adicional.

Bajo este supuesto, las sesiones destinadas a Estimulación Cognitiva para el adulto mayor, se elaboran con el objetivo de “Estimular los procesos cognitivos de atención, concentración, percepción, pensamiento, memoria y lenguaje, a partir de actividades enfocadas en ellas, para que el adulto mayor pueda alcanzar un nivel  de rendimiento acorde  con sus potencialidades, favoreciendo así su desempeño en actividades de la vida diaria y aportando a mejorar su calidad de vida”.

Son muy prácticos el desarrollo de los pasatiempos y ejercicios cognitivos como una excelente forma de mantener y potenciar la actividad mental, como por ejemplo: Sopas de letras (actividad estimuladora de la atención, el lenguaje, la visopercepción y la memoria semántica.), Resolución de laberintos (útil para potenciar habilidades de planificación y resolución de problemas), Sudoku (que ejercita habilidades como  percepción, memoria, lógica, análisis deductivo, estrategia de planificación, memoria de trabajo, coordinación,  paciencia), Buscar diferencias (capacidad de observación y atención, análisis sistematizados y ordenados de las situaciones), Dichos y refranes (Atención, lectura, escritura y memoria semántica, flexibilidad de pensamiento), entre otros.

La estimulación cognitiva se basa en la comprensión de que una sistematización de ejercicios prácticos de estimulación mejora el deterioro cognitivo en adultos mayores, básicamente porque en la senectud, los procesos cognitivos responden a la plasticidad neuronal lo que posibilita la rehabilitación y la prevención del deterioro cognitivo.

Estas sesiones son formuladas desde una psicoestimulación preventiva, realizando sesiones con estimulación de procesos cognitivos, estrategias de memoria y solución de olvidos cotidianos. La memoria de trabajo, como mecanismo de almacenamiento temporal es una de las principales inquietudes en este ciclo vital, debido a la generación de los “olvidos frecuentes” y su asociación equivocada con la demencia. Para disminuir esta preocupación en el adulto mayor, se realizan actividades enfocadas al ejercicio de la atención y la concentración, la prevención y/o eliminación de conductas de comprobación, el reconocimiento de acciones sobreaprendidas (automatizadas), uso de asociaciones como estrategias de codificación y almacenamiento. Además de esto, se eliminaron falsas creencias acerca de la memoria, como por ejemplo, “es normal que las personas mayores pierdan la memoria”.

Para la estimulación de la memoria episódica, se desarrollan sesiones en torno a la memoria autobiográfica – historia de vida- Para esto, se realizan actividades de evocación y narración de hechos autobiográficos y memorias personales.


         Estimular los procesos mentales en el adulto mayor, implica  un aporte para mejorar su calidad de vida, su autoconcepto y, ciertamente, desmitifica, resignificando el proceso de envejecimiento”.

Paola Rojas J.
Psicóloga Clínica Educacional
Postítulo en Psicología Psicoanalítica
Profesora de Castellano y Filosofía

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