¿Educar para la vida o para el éxito?

Sabemos que los nuevos desafíos de nuestra sociedad no se limitan a necesidades de mercado o necesidades laborales. Más allá de toda formación de “capital humano”, “capital intelectual”, “capital cultural” nuestra sociedad requiere también “capital social”, “capital ciudadano”, “capital emocional”…
Ya no sirve, como en décadas anteriores, que el alumnado memorice y almacene mucha información (sobre geografía, historia, ciencias naturales, matemáticas, lingüística, etc.). Lo relevante, en la actualidad, es el desarrollo de procesos formativos dirigidos a que el discente:
A.- Aprenda a aprender (es decir, adquiera las habilidades para el autoaprendizaje de modo permanente a lo largo de su vida).
B.- sepa enfrentarse a la información (buscar, seleccionar, elaborar y difundir aquella información necesaria y útil).
C.- se cualifique laboral y socialmente para el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
D.- tome conciencia de las implicaciones económicas, ideológicas, políticas y culturales de la tecnología en nuestra sociedad.
E.-Desarrolle habilidades de inteligencia emocional.

Es imperativo generar nuevas estrategias educativas que contribuyan al desarrollo de habilidades socio afectivas y cognitivas que requieren las nuevas generaciones para afrontar el mundo de incertidumbres generado por los cambios sociales y el progreso tecnológico.Para que los alumnos logren interpretar, comprender, valorar y mantener un juicio crítico de las situaciones a las cuales se enfrentan cotidianamente; esto exige mantener un consenso respecto a la necesidad de reemplazar propuestas educativas memorísticas, repetitivas y descontextualizadas por condiciones educativas que favorezcan el desarrollo de habilidades para el pensamiento crítico creativo desde los primeros años.

Sobre esto, algunos autores, entre ellos Naranjo, proponen que en lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda.  -Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido. Tampoco es la educación de valores porque la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual.

 Preguntarnos sobre los fines de la educación que queremos entregarles a nuestros hijos y contrastarla con aquella que están recibiendo, es un primer paso necesario para respondernos: ¿Vida o Éxito?

                                                  Psicometacognición. 
                                                  Psicólogas-Docentes    
                                                   Santiago- Chile

                                               

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