LAS MORDIDAS Y LA IMPORTANCIA DE ENTENDER ESTE COMPORTAMIENTO

Cuando nuestros pequeños acuden a la estancia infantil o al preescolar, es común que sufran o protagonicen casos de mordidas a otros pequeños. Para atenderlos y controlarlos es necesario entender en primer lugar a qué se deben. La explicación de las mordidas en los niños depende de su edad, así como de las circunstancias en las que suceden.

·         Cuando se trata de mordidas de bebés o antes de los dos años de vida, esto tiene una explicación relacionada con su desarrollo y crecimiento. En muchas ocasiones, la mordida es el reflejo de buscar el alivio a las molestias.

·         Tomemos en cuenta también que, al encontrarse en la etapa oral, exploran a través de la boca; es así como conocen texturas, formas y temperaturas, por lo que la causa de las mordidas puede ser una reacción ante su curiosidad.

·         Los bebés no vinculan la mordida con el dolor ajeno, por lo que, incluso, puede significar una muestra de cariño. Es importante que los papás enseñemos, mediante el ejemplo, a través de besos, caricias y abrazos.

·         A partir del primer año, las mordidas pueden ser utilizadas como una herramienta de comunicación para expresar enojo, frustración e incluso para llamar la atención. En ocasiones es utilizada como señal de dominio sobre otros niños.

Es común observar un aumento en casos de mordidas cuando nuestros pequeños recién entran a la escuela. Esto se debe a que es la primera vez que se relacionan y conviven frecuentemente de tú a tú con sus iguales, y donde además tienen que compartir espacios, juguetes y sobre todo atención.

Durante esta etapa, las causas de que un niño muerda a otros podría deberse a que:

·         Utilizan la mordida como una forma de comunicación no verbal, puesto que no ha desarrollado completamente su lenguaje ni sus habilidades sociales.

·         Los niños convierten la mordida en un acto recurrente cuando se dan cuenta de que son capaces de llamar la atención o conseguir algún juguete u objeto.

·         Reacciona ante el estrés de una nueva situación, un cambio de rutina e incluso un problema en la interacción con los adultos. Pueden morder por celos, ansiedad o angustia.

·         En esta edad es común que el pequeño muerda cuando se encuentra en una situación frustrante, como una estrategia de autodefensa o solo por imitar a otros niños que muerden.
Para la atención de un niño que muerde es recomendable no gritarle o regañarlo severamente, sino explicarle que lo que hizo daña al otro niño y esto tiene consecuencias, como haberlo hecho llorar.

Algunas acciones a seguir para evitar las mordidas:

·         Actuar de forma inmediata para reprobar la acción, de manera firme, pero sin perder la calma.

·         Explicarle verbalmente que haber mordido no está bien porque causó el dolor de otra persona.

·         Cuando se trata de bebés es importante comunicarles el dolor a través de palabras, gestos o expresiones.

·         Es importante no morderles para enseñarles cómo se siente.

·         Fortalecer sus habilidades de comunicación para que el pequeño no recurra a la mordida, procurar su óptimo desarrollo cognitivo y lingüístico para expresar sus sentimientos mediante palabras.

·         Actividades tranquilizadoras y respeto a ciertos rituales que ayuden a evitarles situaciones de estrés.

·         Procurarles actividades desafiadoras pero no frustrantes.

Fuente: www.sedi.edu.mx 

Psicología Infantil y Adolescencia

No hay comentarios.:

Publicar un comentario