La comunicación entre los seres humanos es vital,
sentimos la necesidad de relacionarnos, de comunicarnos, de interactuar y de
sentir que somos amados, de amar y de compartir nuestro destino, sin embargo,
es precisamente la falta de comunicación o la incapacidad de manifestar lo que
sentimos y pensamos, lo que comienza a generarnos problemas, que llegan incluso
a convertirse en grandes problemas.
Cuando escuchamos las quejas de un niño, u
observamos como manifiestan su molestia, nos damos cuenta de la dificultad que
tiene para expresar ciertas emociones, se frustran, lloran y gritan,
principalmente porque no les entendemos o simplemente porque no les brindamos
el espacio adecuado para completar sus ideas, pues lo mismo ocurre con los
adultos, en peor medida, pues lejos de tener la capacidad y las herramientas
para poder expresarnos, no podemos hacerlo muchas veces.
La necesidad de manifestar nuestros pensamientos y
sensaciones surge de que llegue al otro lo que deseamos trasmitir, sin embargo,
cualquier falta de experiencia puede complicar las cosas y el no saber expresar
lo que queremos comunicar, puede terminar en un verdadero mal entendido, nos
frustramos al igual que los niños, quedan abiertas las malas interpretaciones y
finalmente surgen los lamentos de los conflictos.
Para hacer llegar a la otra persona lo que deseamos
manifestar, es necesario que tomemos algunas cosas en cuenta, en principio
despojarnos de cualquier predisposición, pues no siempre es bueno o grato lo
que queremos manifestar, en segundo lugar, debemos tener la serenidad necesaria
para que puedan entendernos, si atropellamos nuestras palabras, difícilmente
podremos hablar con claridad.
Luego es necesario que tomemos un instante para
aclarar el pensamiento, si no tenemos claro lo que deseamos decir, no podremos
hacerlo sentir, de manera que saber lo que se quiere comunicar puede ahorrarnos
muchos inconvenientes a la hora de comunicarlo, pues la duda solo da paso a las
controversias y a las interpretaciones.
Mira a la persona a quien te diriges, respira y
habla fluidamente, sin prejuicios y sin adelantarte a los acontecimientos, sin
esperar adivinar sus pensamientos o predisponerte a lo que va a responder o
cual será su reacción, simplemente enfócate en trasmitir aquello que deseas, de
manera limpia y clara, con la mayor sinceridad y con el espacio suficiente para
aclarar dudas y evitar inconvenientes.
Quizá esto pueda parecerte un proceso muy largo
antes de manifestar lo que sientes, pero es cuestión de segundos, de instantes
previos antes de hablar, y nos permitirá manifestar de la mejor manera posible
lo que deseamos transmitir, en lugar de causarnos problemas.
Muchas veces terminamos involucrados en situaciones
inesperadas, incluso no comprendemos lo que ha ocurrido, pero si hacemos una
revisión del hecho, nos daremos cuenta que probablemente el conflicto haya
partido de la comunicación o más bien, de la mala comunicación y de la
incapacidad de comunicarnos de la manera correcta.
Tener las herramientas para comunicarnos no es la
única virtud que necesitamos para comunicar lo deseado, debemos tener la
serenidad, el aplomo y la entereza de hablar sin herir, sin confundir y sin
despertar interpretaciones, solo claro, simple y preciso.
Fuente: http://www.hoyaprendi.co/2017/06/24/aprender-a-expresar-lo-que-sentimos-nos-ahorra-muchos-inconvenientes/
PSICOLOGÍA INFANTIL Y ADOLESCENCIA
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