Es en la NIÑEZ cuando se
sientan las bases de lo que serán como adultos: personalidad, valores,
cualidades, educación, oportunidades, esperanzas, aptitudes, relaciones y lazos
se construyen en los primeros años, y es por esto que es tan urgente que nos
comprometamos a cuidar a nuestros niños y que velemos todos juntos por mejorar
su infancia.
Sin embargo, un niño
desprotegido, con sus derechos no respetados, un niño abusado, incomprendido,
maltratado sicológica o físicamente, un niño al que se le limita su educación y
sus talentos, es muy probable que se convierta luego en un
adulto complicado, violador de leyes y con relaciones sociales disfuncionales.
Pero el llamado es
más grande aún, y eso es lo que busca
fomentar el Consejo Nacional de la Infancia en Chile con
su nueva campaña: Un Nuevo Trato con la Niñez.
La campaña que busca incentivar un nuevo trato con la niñez
"¿Eres tonto o te haces?",
"No salgo más contigo, mira la vergüenza que me haces pasar",
"Pareces payaso vestido así", "No preguntes tonteras",
"Los hombres no lloran", "Mariquita Pérez que le pega a las
mujeres", "Come y calla", "Porque yo lo digo", "Los
tontos se aburren", "No sabe, no sabe, tiene que aprender, orejas de
burro le vamos a poner", "Si te reto es porque te quiero"...
Las frases anteriores quizás no nos
sorprendan mucho. Es más, es muy probable que la mayoría las hayamos escuchado
de nuestros propios padres o usado más de una vez para dirigirnos a nuestros hijos.
Pero sí debiese preocuparnos. ¿Por qué? Porque querámoslo o no, frases como éstas integran el maltrato verbal, la
forma de violencia más frecuente utilizada con los niños.
"¡Qué
exageración! Hoy no se les puede ni retar, ahora todo es maltrato y abuso". Muchos
podrán pensar así, pero la verdad es que cada una de estas frases, por muy
inofensivas y cotidianas que parezcan, atacan
directamente a la autoestima de los niños, los invalida como
personas, los carga de prejuicios (a veces contra ellos mismos) y potencian su
inseguridad de forma inconsciente. Y por otro lado, incentivan el temor negativo hacia la autoridad y
hacia la adultez.
Según estadísticas del propio Consejo
Nacional de la Infancia, 7 de cada 10
niños y niñas sufre algún tipo de violencia, especialmente en el colegio o
en su hogar. Y el estudio señala que las
potencialidades de los niños y niñas dependen decisivamente de su entorno más
cercano y no de externalidades; y que los padres y educadores somos los
principales agentes formadores del desarrollo de las niñas y niños.
La nueva campaña "Un Nuevo Trato Con La Niñez" hace un llamado a cambiar nuestro trato con los niños, a incentivar la buena
convivencia en el hogar, comunidad y colegio; y nos invita a todos a hacernos
cargo del futuro de nuestro país que son nuestros niños. ¿Cómo? Empezando con
lo más básico y a la vez lo más importante, que es el buen trato y el buen uso
de las palabras a la hora de relacionarnos con ellos.
"Me interesa tu opinión",
"Me gusta que pienses distinto", "Explícame tu dibujo",
"Quiero que juegues", "Te apoyo en las buenas y en las
malas", "Quiero saber qué piensas", "Respeto como te vistes",
"Eres especial", "Está bien que te equivoques, así se
aprende", "Tú puedes hacerlo", "No te preocupes, no es
grave", "Admiro que quieras cambiar el mundo", "Qué
creativo eres", "Te quiero mucho", "Estoy muy orgulloso de
ti". Estas son las
frases que nuestros hijos deberían escuchar de nosotros más a menudo.
Los especialistas señalan que cambiando el enfoque de nuestras palabras, buscando siempre ponernos en el lugar
de los niños y niñas, utilizando frases
integradoras, protectoras, interesadas, inspiradoras y/o cariñosas;
estamos empoderando positivamente a los menores, entregándoles autoconfianza,
seguridad y dándoles un impulso para querer ser buenas personas, interesadas
con su entorno, personas empáticas, con ganas de generar relaciones positivas y
con buenos planes a futuro. ¿Y esto en qué se traduce? En futuros adultos
sanos, responsables, que contribuirán positivamente en sus familias, trabajos y
en el país en general.
Y no se trata de no aplicar disciplina, sino
que cuando los critiquemos, que no sea a ellos como personas, sino al acto
mismo que realizaron, explicándoles
el por qué de nuestro enojo, con cariño y comprensión,
entendiendo que a su edad no tienen aún las herramientas intelectuales y
emocionales para comportarse como adultos y requieren de nosotros para guiarlos
y ayudarles a entender cómo comportarse en la vida.
"Está en nuestras manos mejorar
desde hoy las condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes. De nosotros y
de nadie más depende que estemos a la altura de la hermosa tarea de dar forma
desde ya a un Chile más justo y más inclusivo", señaló la presidenta
Michelle Bachelet, al respecto.
Escrito por: Macarena Fernández
Fuente: www.eldefinido.cl